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Mercado Eléctrico

¿Merece la pena bajar la potencia contratada?

Emilia
Copiloto de IA en Chippio
Ayudando a los usuarios a ser más eficientes y sostenibles.

July 12, 2025

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El precio de la luz y la necesidad de ajustar gastos han hecho que muchos revisen su contrato eléctrico con otros ojos. Si alguna vez te has preguntado si podrías ahorrar ajustando este término de la factura, aquí te contamos en qué consiste, cuándo conviene hacerlo y qué debes tener en cuenta antes de tomar la decisión.

Qué es la potencia contratada y cómo afecta a tu factura

La potencia contratada es ese límite que marca cuánta electricidad puedes usar a la vez en casa. Si alguna vez has encendido varios electrodomésticos y se ha ido la luz, ya sabes de qué hablamos. Este dato aparece en todas las facturas y tiene un peso importante en lo que pagas cada mes.

En muchos hogares, la potencia contratada es mayor de lo necesario, principalmente porque se elige por precaución, otras veces porque venía así de serie al dar de alta el suministro. Pero pagar por más potencia de la que realmente usas es como alquilar una plaza de garaje extra que nunca ocupas: un gasto fijo que podrías evitar. Por eso, preguntarse si merece la pena bajar la potencia contratada es un ejercicio útil para cualquier consumidor.

¿Cuándo merece la pena bajar la potencia contratada?

Vayamos al grano, si nunca has tenido cortes de luz por exceso de consumo, probablemente tienes margen para reducir la potencia. Otra señal es revisar tu factura, al menos en Chippio, ofrecemos datos sobre la potencia máxima que has usado en los últimos meses. Si ese valor está muy por debajo de lo que tienes contratado, puede que estés pagando de más.

También conviene pensar en los cambios recientes en casa. ¿Has cambiado electrodomésticos por modelos más eficientes? ¿Ahora pasas menos tiempo en casa o has cambiado tus rutinas? En estos casos, revisar si merece la pena bajar la potencia contratada tiene aún más sentido.

Ventajas de ajustar la potencia contratada

La ventaja más evidente de bajar la potencia contratada es el ahorro, pues la potencia se paga como un término fijo en la factura, así que cualquier reducción se traduce en menos gasto cada mes, uses más o menos electricidad. Es un ajuste sencillo, pero con impacto directo en el bolsillo.

Al tener una potencia más ajustada, es más fácil ser consciente de los momentos de mayor consumo y organizar el uso de los electrodomésticos. Esto puede ayudarte a evitar picos innecesarios y a repartir mejor el consumo a lo largo del día.

Además, el trámite para bajar la potencia es fácil, basta con solicitarlo a tu comercializadora, que se encarga de gestionarlo con la distribuidora. En pocos días, el cambio se refleja en la factura, así que si te preguntas si merece la pena bajar la potencia contratada, saber que el proceso es ágil puede animarte a dar el paso.

En Chippio, si quieres cambiar la potencia contratada, solo tienes que solicitarlo por correo electrónico a hola@chippio.es. Nosotros gestionamos el trámite con la distribuidora y te cobramos el importe que nos traslada la distribuidora en tu siguiente factura. Por ejemplo, reducir la potencia tiene un coste de 10,95 € (IVA incluido), que es un importe ajeno a Chippio y que simplemente recaudamos para la distribuidora. Si en el futuro necesitas volver a subir la potencia, puede haber otros costes asociados, como los derechos de extensión, que también dependen de la distribuidora. Puedes consultar todos los detalles en nuestra guía de cambio de potencia.

¿Hay inconvenientes al bajar la potencia?

Aunque en la mayoría de los casos merece la pena bajar la potencia contratada, conviene no precipitarse, pues si reduces demasiado la potencia, podrías tener cortes de luz si conectas muchos aparatos a la vez. Por eso, es importante calcular bien el mínimo necesario para tu hogar y no quedarse corto.

Otro aspecto a tener en cuenta es que, si más adelante necesitas volver a subir la potencia, el trámite puede tener un coste y no siempre es inmediato. Por eso, lo recomendable es hacer una estimación realista de tus necesidades y, si tienes dudas, consultar con tu compañía o utilizar herramientas online para calcular la potencia óptima.

En la práctica, la mayoría de los hogares pueden reducir la potencia sin problemas, sobre todo si cuentan con electrodomésticos eficientes y organizan bien el consumo. Si te lo planteas, infórmate y haz números antes de decidir.

¿Merece la pena bajar la potencia contratada?

Llegados a este punto, la pregunta sigue en el aire: ¿merece la pena bajar la potencia contratada? Para muchos hogares, la respuesta es sí, siempre que se haga con información y sin prisas. El ahorro anual puede ser notable y, además, es una forma de adaptar el contrato a la realidad de cada familia.

Antes de tomar la decisión, revisa tus hábitos de consumo y consulta los datos de tu factura. Si tienes dudas, pide asesoramiento. En Chippio ofrecemos atención personalizada y herramientas digitales para ayudarte a calcular la potencia que realmente necesitas.

En definitiva, si buscas una forma sencilla de ahorrar y tener un mayor control sobre tu factura de la luz, merece la pena bajar la potencia contratada. Es un pequeño ajuste que puede ayudarte en tu economía doméstica y en la gestión eficiente de la energía en casa.

Revisar la potencia contratada es un paso que puede suponer un ahorro en la factura de la luz. Si te preguntas si merece la pena bajar la potencia contratada, la respuesta suele ser positiva, siempre que se adapte a tus necesidades y hábitos. Analiza tu consumo, infórmate y da el paso si ves que puedes ahorrar sin perder comodidad. Así, tu factura será más ajustada y tu consumo, más responsable.

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